Cómo no Escupir Para Arriba en Tiempos de Arrebatos

En caso de no ser la ignorancia la pauta de su narrativa, entonces se trata de un vil cinismo que ventila una doble moral en la cual se pretende ocultar que toda práctica y todo discurso es en estricto sentido un quehacer ideológico.

BREVE ACERCAMIENTO A LO IDEOLÓGICO Y LO POLÍTICO EN LA NUEVA ESCUELA MEXICANA O DE CÓMO NO ESCUPIR PARA ARRIBA EN TIEMPOS DE ARREBATOS

Rafael García-Sánchez

Toda reforma educativa es eminentemente política. Existe una arquitectura ideológica y política configurada por intereses y motivaciones, así como por la cosmovisión, los imaginarios y las necesidades de quienes la diseñan. Esto significa que no existen diseñadores de reformas educativas en abstracto, sino de manera concreta, es decir, que forman parte de un gobierno con una orientación ideológica y política asentada no solamente en sus plataformas político-electorales, sino sobre todo en su ejercicio práctico e histórico que determina la naturaleza de su posicionamiento ideológico. Así, por ejemplo, el enfoque por competencias adoptado por los gobiernos de Calderón, Fox y Peña Nieto, responden a una ideología claramente neoliberal, cuya configuración está determinada por el individualismo exacerbado, la competencia feroz, la acumulación a costa de las desigualdades, el mito de la meritocracia y la libertad como forma de auto explotación (Chul Han, 2012).

La ideología inmersa en la educación neoliberal a través de sus planes y programas, sus contenidos, libros de texto y demás materiales y procesos de actualización y capacitación, para las y los trabajadores de la educación, modelan a través de las prácticas educativas un currículum oculto que pretende normalizar la idea de que es “natural” que existan ganadores y perdedores, exitosos y fracasados, ricos y pobres. Con esta ideología se busca que quienes atraviesen por el sistema educativo, sea el tiempo que fuere, asuman con naturalidad el lugar que les corresponde según sus habilidades, capacidades, conocimientos y actitudes individuales; así es como el sistema educativo contribuye en la reproducción del sistema social y económico vigente.

En este contexto la Educación se convierte en un proceso de formación para el trabajo. A través de esta ideología neoliberal se espera que tanto los egresados como los expulsados del sistema educativo asuman que su destino está determinado por las exigencias del mercado laboral y por la lógica del consumo. En este sentido, el neoliberalismo nutrido por el sistema educativo alienta la idea de que más allá de la existencia de una sociedad, lo que hay son individuos que, por méritos propios, trabajando duro y en el ejercicio pleno de su libertad, apelando a la supuesta necesidad humana de competir unos contra otros, logran escalar la pirámide de las desigualdades, para colocarse en la cima como individuos exitosos y triunfadores. Sin duda, para esta ideología la vida es una lucha constante por la sobrevivencia del más apto; en suma, se trata de un sistema que entroniza al éxito y penaliza el fracaso. Sin embargo, ¿Qué hace posible al éxito y cómo es que se normaliza socialmente?

El éxito es posible gracias a la lógica del poder y el privilegio. Es fácil ser un estudiante exitoso cuando el capital cultural en el que se nace y se crece es abundante. En la tercera parte del siglo XX, Pierre Bourdieu (2003), un sociólogo Francés, habría concluido en sus investigaciones que las trayectorias educativas de los estudiantes de escuelas públicas, estaba condicionada por el capital cultural, esto es, que si un estudiante nace en una familia con recursos económicos suficientes, en donde viajar es frecuente, visitar museos, contar con una biblioteca en casa, con obras de arte, tener acceso a la tecnología y relacionarse con personalidades del ámbito científico, literario y/o artístico, estaría en condiciones de privilegio con respecto a quienes no tuvieran esas mismas circunstancias familiares, por lo tanto, a mayor capital cultural, mayores posibilidades de atravesar el sistema educativo sin ser expulsado de él; por el contrario, a menor capital cultural, menores posibilidades de permanecer en el sistema. De este modo, Bourdieu, pone en entredicho la ideología de la meritocracia, aquella idea en donde se sostiene que es solamente gracias al esfuerzo individual mediante lo cual se logra el éxito académico. En su lugar, el sociólogo coloca al poder y al privilegio como visibles detonadores que contribuyen en la lógica de las desigualdades educativas y a posteriori también en las desigualdades sociales y económicas.

Bajo este contexto, la narrativa de que los libros de texto gratuito (LTG) son ideológicos, que se repite ad nauseam por parte de algunos gobernantes estatales y una parte de los medios de comunicación tradicionales, que se oponen a la implementación plena de la Nueva Escuela Mexicana (NEM) y concretamente a la distribución de LTG, no es más que escupir para arriba. No se dan cuenta que la Educación es un terreno en disputa ideológica, en la que se debaten por el dominio ideológico las distintas posiciones políticas. En caso de no ser la ignorancia la pauta de su narrativa, entonces se trata de un vil cinismo que ventila una doble moral en la cual se pretende ocultar que toda práctica y todo discurso es en estricto sentido un quehacer ideológico. Sería el equivalente a decir que el carácter ideológico solamente opera para proyectos, propuestas y discursos que provienen de gobiernos de izquierdas, como si las propuestas, proyectos, discursos y políticas de gobiernos de derechas estuvieran exentas de ideología; es como lo que ocurre con el blanquísimo, en donde “los blancos” hablan de los otros como personas de color, pero no reconocen su blaquitud como otro color más, de modo que un blanco no puede reconocerse en la frase que lo alude como “una persona de color”, porque su posición de blanquitud se rige por el hecho de que solo puede y debe aplicarse dicha frase a los no blancos. Así, las derechas vulgarizan lo ideológico aproximándolo a las izquierdas al endosarle un carácter amenazante, prejuicioso o falso.

Sin embargo y para abonarle a la marejada de opiniones, valdría la pena saber cuál o qué ideología se encuentra inmersa en la NEM.

Para responder a la pregunta anterior, es conveniente partir de los propios materiales que pone a la disposición la Secretaría de Educación Pública (SEP). En el marco curricular se establecen las siguientes ideas que definen lo que significa para el actual Sistema Educativo una reforma educativa, así como lo que es la escuela y sus funciones, por lo que de ahí es posible advertir algunos rasgos de la orientación ideológica de la NEM:

“Cada reforma de la educación pública representa un proyecto político-pedagógico que define los contenidos y la organización del currículo, la enseñanza y el papel de la didáctica, la evaluación, el aprendizaje, el lugar que ocupan en él las y los estudiantes, las maestras y maestros, las relaciones pedagógicas y las familias, con respecto a un proyecto de país específico y su relación con los distintos grupos de la sociedad que luchan para que la educación, específicamente en aquellos ámbitos de su interés, sea congruente con su plan político, lo cual le da viabilidad al currículo” (SEP, 2022:43).

De lo anterior se destaca que una reforma educativa es un proyecto político-pedagógico. Se enfatiza sin escamoteos que la educación que se imparta esté vinculada con un proyecto de país en específico. El proyecto de país lo ejecuta quien gobierna, bajo sus propios y particulares mecanismos de articulación con la sociedad en un contexto histórico determinado. Así lo han hecho todos los gobernantes de la nación mexicana, sin excepción.

Veamos ahora la perspectiva de lo que es la escuela y algunas de sus funciones:

“Las escuelas son instituciones que representan los intereses, ideologías, valores y perspectivas sobre lo humano, lo social, lo económico y lo educativo, que son recogidos y plasmados en el currículo de acuerdo con un momento histórico específico y la correlación de fuerzas existentes.” (SEP, 2022:43)

“la escuela pública debe preservarse como un espacio de convivencia estrictamente laica y defenderse de planteamientos que desean reducirla a una institución que provee servicios de aprendizaje para satisfacer creencias, fanatismos y prejuicios que provengan de particulares con intereses religiosos, empresariales o políticos” (SEP, 2022:16).

“No se busca enseñar conocimientos, valores y actitudes para que las niñas, niños y adolescentes se asimilen y adapten a la sociedad a la que pertenecen, tampoco es función de la escuela formar capital humano desde la educación preescolar, primaria y secundaria hasta la educación superior para responder a los perfiles que establece el mercado laboral” (SEP, 2022:15).

Como puede apreciarse, el sentido de la educación en la NEM no tiene pretensiones de centrarse en la formación para el trabajo, tal como lo propone la perspectiva ideológica de la educación neoliberal. Esto significa que rechaza la imposición de las reglas del mercado laboral en la lógica de las relaciones pedagógicas, lo que en otras palabras significa que la NEM se resiste a seguir considerando a la escuela pública como un centro de entrenamiento propedéutico para el mundo del trabajo, en donde se privilegia la obediencia y la disciplina, por encima del ingenio, la creatividad y la inventiva. Ahora bien, ¿qué otros aspectos configuran a la NEM?

El marco curricular que ha sido abordado por las y los docentes a lo largo del ciclo escolar 2022- 2023 plantea una red conceptual que le da sentido a la NEM, por ejemplo, la noción del “buen trato y el bienestar”:

“Adoptar una perspectiva de buen trato es fundamental para establecer relaciones pedagógicas y escolares libres de cualquier tipo de violencia, abuso y acoso físico, psicológico y sexual… El buen trato y el bienestar se basan en una convivencia que tiene como principio ético la inclusión colectiva e institucional entendida como la forma que tienen las escuelas de dar respuesta, responsabilizarse, cuidar y atender a cualquier niña, niño y adolescente que, por su condición de salud, género, capacidad, clase, etnia, lengua, nacionalidad, condición migratoria requiere cobijo de la comunidad escolar, así como una respuesta institucional (académica, jurídica o administrativa)” (SEP, 2022:20).

Esta perspectiva coloca a la escuela como una agencia que gestiona la convivencia a través de un andamiaje socio pedagógico articulado por la inclusión y la comunidad, con lo cual se pretende garantizar de forma colectiva la protección de Niños, niñas y adolescentes (NNA).

Por otro lado, tenemos la importancia que guarda el concepto de “dignidad” para la NEM:

“Para la Nueva Escuela Mexicana, la dignidad humana es el valor intrínseco que tiene todo ser humano, que es irrenunciable, no intercambiable, irrevocable e inviolable y que, por sí mismo, justifica el reconocimiento y ejercicio efectivo de sus derechos humanos y justicia social” (SEP, 2022:9).

En el marco de una sociedad mexicana marcada por las desigualdades, (agudizadas por las políticas neoliberales de los últimos 30 años), así como también por la discriminación y el racismo, la dignidad implica brindar una batalla desde el ámbito de la educación formal para eliminar las barreras que impone el carácter estructural del racismo en México. Por lo tanto, resulta fundamental para las futuras generaciones que habrán de formarse desde la NEM la dignificación de su color de piel, el origen socioeconómico, la pertenencia a una étnia, la lengua materna, entre otros.

Sin duda alguna, uno de los conceptos más relevantes en la jerga de la NEM es el “diálogo”, por lo que a esta reforma curricular le presupone un enfoque meramente dialógico, acorde con una mentalidad solidaria y proclive para la resolución pacífica de conflictos y la construcción colectiva del conocimiento; en este sentido, el diálogo constituye un aspecto central de las relaciones que se establecerán entre profesores y estudiantes, así como entre la escuela y la sociedad, de ahí el carácter comunitario que vertebra a la NEM, léase lo siguiente:

“Lo común se expresa como una organización de procesos educativos y escolares inspirados en principios de apoyo mutuo y solidaridad, anclado en el diálogo entre el estudiantado y el profesorado, entre profesoras y profesores, así como entre las y los estudiantes. Por esta razón, la dinámica curricular de la escuela desde lo común acoge la problematización de la realidad como estrategia central para el diálogo, la integración del conocimiento, así como para construir puentes entre el saber y la realidad cotidiana de las niñas, niños y adolescentes” (SEP, 2022:18).

Quizá uno de los aspectos que genera salpullido en algunos tiene que ver con la perspectiva humanista y comunitaria que tiene la NEM, por ello vale la pena citar al propio marco curricular, en donde se señala que:

“La puesta en marcha de situaciones de enseñanza y aprendizaje en las que se involucren tanto los conocimientos comunitarios como escolares puede representar una transformación de las prácticas educativas en la escuela, invitar a cuestionar las prácticas educativas vigentes y generar otras formas de enseñar y aprender a partir de los intereses, motivaciones, así como la participación de las y los estudiantes…(de esta forma lo) “ humano y lo comunitario apunta a la construcción de aprendizajes en la perspectiva del proyecto de vida de niñas, niños y adolescentes para afrontar los retos que tienen en la familia, la escuela y la comunidad, lo que puede incidir positivamente en su confianza, seguridad, autonomía y en la posibilidad de resolver en lo individual y advertir en lo colectivo nuevos desafíos” (SEP, 2022: 78,135).

Como podrá apreciarse, el conjunto de ideas asentadas en principios y valores que dan forma a la NEM contribuyen en la definición del carácter ideológico de dicha propuesta educativa. Serán la apuesta por la dignidad, el respeto, la solidaridad, el diálogo, la comunidad, lo comunitario, lo humano y lo científico, entre otros más, aquello que sustente la lucha desde la educación en contra de la discriminación, el racismo, el clasismo, las desigualdades, la exclusión y cualquier otra forma de violencia. De ahí que la NEM considere como ejes articuladores a: la Inclusión, el Pensamiento crítico, la Interculturalidad crítica, la Igualdad de género, la Vida Saludable, la Apreciación de la cultura a través de la lectura y la escritura y, finalmente, las Artes y experiencias estéticas.

Lo dicho hasta este momento es sólo una mera apreciación sobre algunos atisbos del carácter ideológico que tiene la NEM desde su propio discurso, falta ver y analizar de qué forma sus principios rectores se concretan en la estructura de los libros de texto gratuito, de manera que sean los propios materiales educativos los que muestren el carácter ideológico y político que tienen, para después, no andar escupiendo para arriba en tiempos de arrebatos.

MATERIAL DE CONSULTA

BOURDIEU Pierre (2003), Los herederos: los estudiantes y la cultura, Argentina, edit. Siglo XXI, 189pp.

CHUL HAN Byung (2012), La sociedad del cansancio, España, edit. Herder, 80pp.

SEP (2022), Marco Curricular y Plan de Estudios de la Educación Básica Mexicana (documento de trabajo), México, 159pp.